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Contextualización y razonamiento.
Al acabar la guerra, solo 16 de los 144 españoles de la Nueve, la unidad de combate mandada por Leclerc, con mayoría de republicanos españoles, seguía con vida, según la periodista Evelyn Mesquida.
Pese a sus innegables méritos militares, como luchar en el desembarco de Normandía o rendir el Paris nazi de Hitler, su historia se vio eclipsada porque el general De Gaulle decidió hurtar a la historia oficial que los liberadores de París eran españoles y norteafricanos y prefirió adjudicar los méritos a los soldados franceses y a los americanos.

En Francia se impuso el relato oficialista tras un acuerdo entre De Gaulle y el Partido Comunista Francés. Estaba además el régimen franquista que durante años intentó implacablemente que estos héroes quedaran en el olvido.
Pero los supervivientes de La Nueve se reunía cada año y el capital Dronne escribió sus diarios. La hoy alcaldesa de París, en los años 70/80 escucha a los “viejos republicanos” en Lyon. Y posibilita junto a los hijos de exiliados trabajos como los de la periodista Evelyn Mesquida que “resucita” a la Nueve y se comienza a otorgarles, su lugar en la Historia.
Introducción: La Nueve de Leclerc
Una compañía de choque de uno de los batallones de la famosa Segunda División Blindada del general Leclerc, conocida como La Nueve, estaba integrada casi en su totalidad por republicanos españoles, casi todos ellos anarquistas.
La mayoría de estos hombres tenían menos de veinte años cuando, en 1936, cogieron las armas por primera vez para defender la República española. Ninguno sabía entonces que los supervivientes ya no las abandonarían hasta nueve años después, y que en la noche del 24 de agosto de 1944 serían los primeros en liberar París, tras haber luchado contra los ejercitos de cuatro dictadores: Franco, Hitler, Mussolini y Salazar.

La División Leclerc, con la 9.ª Compañía, se trasladó de Marruecos a Gran Bretaña. El 6 de junio de 1944 se llevó a cabo el Desembarco de Normandia, y aunque participaron algunos españoles dispersos en otras unidades aliadas, la 9.ª Compañía se quedó en suelo británico. Finalmente el 4 de agosto la 9.ª Compañía desembarcó en la playa de Utah (playa de la Madeleine), al norte de la bahía de Carentan en Normandía. La División Leclerc, contando con «La Nueve», se encuadró dentro del Tercer Ejército estadounidense liderado por el célebre general George Patton. «La Nueve» desembarca cantando la canción tradicional «La Cucaracha», por lo lento del desembarque.

Las primeros enfrentamientos ligeros que tuvieron los republicanos españoles contra la Wehrmacht, se desarrollaron en sitios como Rennes, Le Mans, Château-Gontier y un papel muy destacable junto a los soldados estadounidenses en Alençon. El 7 de agosto la 9.ª Compañía sufrió su primer muerto en combate, el español Andrés García. El 12 de agosto los Aliados quedaron sorprendidos ante la experiencia bélica de la 9.ª Compañía, cuando los españoles capturaron a 129 prisioneros alemanes en la población de Eccouché.
El 16 de agosto la División Leclerc fue atacada por las divisiones de las Waffen-SS Leibstandarte SS Adolf Hitler y Das Reich, las 9.ª y 116.ª Divisiones Panzer y la 3.ª División de Paracaidistas. La batalla fue muy cruenta: El 16 murió en combate Constant Pujol abatido por la ráfaga de la metralleta de un oficial alemán que murió por los disparos de pistola de su compañero Joan Castells. Al día siguiente, el 17, cayó Roberto Helios; los días 18 y 19 el Segundo Ejército británico de Bernard Montgomery llegó a la zona y lanzó un contraataque salvando a los soldados españoles de una masacre. Los españoles celebraron una misa en la iglesia de Eccouché en honor de los caídos.
La ciudad de París se sublevó contra los alemanes el 20 de agosto de 1944 y Charles de Gaulle insistió ante el mando supremo aliado para que tropas de la Francia Libre acudieran a liberar la capital francesa antes que la Wehrmacht decidiera luchar en las calles y destruyera estructuras urbanas fundamentales (puentes sobre el río Sena, redes de agua, edificios públicos) conforme lo había ya ordenado Adolf Hitler
Primeramente el mando estadounidense, dirigido por Dwight D. Eisenhower, prefería atacar masivamente a las tropas germanas que se concentraban al norte de París y retardar la conquista de dicha ciudad. Pese a ello, De Gaulle ordenó a sus tropas aprovechar la revuelta de la Resistencia Francesa con el fin de tomar París y para ello fue elegida la División Leclerc. Precisamente en esta ocasión la 9.ª Compañía española, unidad de reconocimiento de la División Leclerc, es la primera unidad aliada en entrar en la urbe.
Esa es la Historia Oficial. Los supervivientes contaron que más bien Leclerc tenía la idea fija de liberar París, pese a las órdenes de sus mandos. Consultó con sus hombres de la Nueve y se dirigieron a París sin escuchar a De Gaulle.
El primer blindado que llegó a la plaza del ayuntamiento de París fue el «Guadalajara», con tripulación exclusivamente extremeña. Los primeros disparos que las fuerzas aliadas efectuaron se hicieron desde el blindado «Ebro», mandado por el capitán canario Campos y conducido por el catalán Bullosa. En las cercanías del Arco del Triunfo patrullaban Alfredo Piñero y Francisco Izquierdo, que se quedó mudo cuando una muchacha, tras los besos y abrazos de rigor exclamó: «¡Eres el primer soldado americano al que beso!», a lo que este contestó «Somos rojos españoles». Anécdota parecida le ocurrió al locutor que entrevistó a los recién llegados y recibió un castizo «Pardon mesier mais je suis español», por parte de catalán Amado Granell. Por lo demás la dotación que llegó al ayuntamiento de París el 24 de agosto fue la de los half-track: Madrid, Jarama, Ebro, Teruel, Guernica, Belchite, Guadalajara, Brunete y Don Quijote, junto con un tanque tripulado por 4 franceses: el «Romilly». Este era el destacamento, que, con toda justicia, llamaron «los liberadores de París».

A las 21:22 horas de la noche del 24 de agosto de 1944, la 9.ª Compañía irrumpió en el centro de París por la Porte d’Italie. Al entrar en la plaza del Ayuntamiento, el semioruga español «Ebro» efectuó los primeros disparos contra un nutrido conjunto de fusileros y ametralladoras alemanas. Después los civiles que salieron a la calle cantando La Marsellesa, para su sorpresa constataban que los primeros soldados liberadores eran todos españoles. El jefe francés de la 9.ª Compañía, Raymond Dronne, se dirigió hacia la comandancia del general alemán Dietrich von Choltitz para requerir la rendición, donde tres soldados de La Nueve, uno aragonés, se encontraban con el general, que pidió un oficial francés porque no podía rendirse ante la tropa.
Mientras se esperaba la capitulación final, los españoles tomaron al asalto la Cámara de los Diputados, el Hôtel Majestic y la Plaza de la Concordia tras sufrir un muerto. A las 3:30 horas de la tarde del 25 de agosto, la guarnición alemana de París se rindió y fueron los soldados españoles quienes recibieron como prisionero a Von Choltilz, mientras otras unidades francesas también entraban en la capital. El general estadounidense Eisenhower remitió entonces parte de sus tropas para colaborar con los franceses.
Al día siguiente, el 26 de agosto, las tropas aliadas entraron triunfantes en París. Los españoles desfilaron hasta la Catedral de Nôtre Dame y posteriormente escoltaron al general Charles de Gaulle por los Campos Elíseos. El “gigante” que se aprecia en documentales y fotografías como principal escolta del presidente francés es el zaragozano Martín Bernal.
Los soldados españoles de la División Leclerc desfilaron llevando en sus estandartes los colores de la Segunda República Española aunque pronto se le obligó a retirarlas; las posteriores protestas del régimen franquista fueron ignoradas por el gobierno francés..
Tras la Liberación de París la guerra prosiguió. La 9.ª Compañía abandonó la capital francesa el 8 de septiembre para volver al frente. El día 12 los españoles obtuvieron un señalado éxito cuando hicieron prisioneros a 300 soldados alemanes al tomar la ciudad de Andelot. El 15 cruzaron el río Mosela y establecieron una cabeza de puente tras las líneas alemanas, donde tuvieron un enfrentamiento con heridos en Châtel-sur-Moselle.
El mando militar dirigido por Charles De Gaulle reconoció la importancia de la 9.ª Compañía dentro del Ejército francés, y el 26 de septiembre él en persona repartió las principales condecoraciones en la ciudad de Nancy. La Medalla Militar y la Croix de Guerre fueron entregadas al capitán francés Raymond Dronne, al subteniente canario Miguel Campos, al sargento catalán Fermín Pujol y al cabo gallego Cariño López.
La batalla por la recuperación de Alsacia comenzó en noviembre; allí los alemanes destruyeron con un proyectil un tanque español donde iba el alférez Federico Moreno, aunque por suerte no hubo bajas. El 23 de noviembre la 9.ª Compañía española tomó la capital alsaciana de Estrasburgo, siendo esta la última gran ciudad francesa perdida por las tropas alemanas.
Cuando la 9.ª Compañía cruzó el río Rin y se internó en suelo alemán, los españoles quedaron estancados por el frío invierno de -22 °C en el camino boscoso hacia Múnich. A lo largo de ese tiempo sufrieron unas 50 bajas por congelación y las bombas. Cuando se acabó el invierno la 9.ª Compañía se puso en marcha de nuevo. La actuación más importante en esta etapa de la 9.ª Compañía fue el 5 de mayo de 1945 al participar en la toma del Nido del Águila, el refugio final de Adolf Hitler en Berchtesgaden.
Posguerra y homenajes oficiales
La Segunda Guerra Mundial terminó en Europa el 8 de mayo de 1945 tras la rendición incondicional de Alemania. Hasta ese momento la 9.ª Compañía había sufrido 35 muertos y 97 heridos; solo 16 españoles seguían en activo al momento de llegar la paz, aunque muchos otros continuaban prestando servicio en otras unidades del Ejército francés.
Tras la guerra, varios veteranos españoles quedaron en el Ejército francés, otros prefirieron desmovilizarse y permanecer como civiles en Francia. Amargamente, sus triunfos de combate no sirvieron para que pudieran volver a España ni ayudaron a la caída del régimen dictatorial de Francisco Franco, como muchos de ellos proyectaban. Ante ello, los veteranos españoles continuaron como exiliados políticos durante muchos años más. Rafael Gómez Nieto, el último de los miembros de «La Nueve» falleció por COVID-19 en la madrugada del 31 de marzo de 2020 con 99 años, en una residencia de ancianos en Estrasburgo (Francia), donde vivía desde 1955.

Hubo que esperar a agosto del 2004 para que la ciudad de París realizara un homenaje adecuado a los españoles de la División Leclerc que tanto habían contribuido con su liberación sesenta años antes. Para tal efecto se desveló una placa conmemorativa junto al río Sena en el Quai Henri IV.
El 25 de agosto de 2012, durante la celebración del 68 aniversario de la Liberación de París, una bandera republicana participó en dicho acto a modo de reconocimiento del papel de La Nueve en la liberación de la ciudad, siendo reconocido este hecho en el discurso del Presidente de la República francesa, François Hollande.
Desde marzo de 2015, el jardín del Ayuntamiento de París se llama oficialmente Jardin des Combattants-de-la-Nueve («Jardín de los combatientes de la Nueve»), arriba del Jardín Federico García Lorca., y el 3 de junio de 2015 hay una ceremonia en la que los Reyes de España homenajean a la Nueve. Hablaron por teléfono con los dos superviventes. La conversación: en nuestro podcast.

Zaragoza, otoño de 2021. Pilar Barranco (Periodista especializada en Memoria Democrática y Colaboradora de Resonar)